El
Proyecto de “RECUPERACIÓN DE LA ALAMEDA Y SU ENTORNO” se
pretendía
llevar por delante 23 árboles de gran porte por “ofrecer peligro
para los viandantes por caídas de grandes ramas”.
El Parque de la Alameda, también conocido como
la Alameda de Capuchinos, es uno de los principales parques de la
ciudad de Jaén, así como el más antiguo, remontándose su origen
hasta el año 1577. El parque está catalogado como Bien de
Catalogación General (BCG), encontrándose actualmente inscrito
dentro del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, por
disposición de 26/11/2007.
En este emblemático Jardín de orígenes renacentistas,
existen una gran variedad de árboles caducifolios de gran porte que
dotan al parque de una identidad propia, haciéndolo único y muy
especial, en la historia de Jaén.
En estos árboles viven y se refugian una gran cantidad
de aves, entre las que destacan autillos, carboneros, mirlos,
trepador azul, mosquiteros, etc. También conviven diversas
especies de murciélagos y varias parejas de ardillas.
Toda esta riqueza en fauna, se encuentra sustentada y
protegida por los grandes troncos de álamos, olmos, acacias y
japónicas, que gracias a las oquedades de sus troncos y
gruesas cortezas sirven de protección a todos éstos.
Es importante destacar que tanto las aves insectívoras
como los autillos y murciélagos están protegidos por ley, por lo
que sus hábitats deben también ser respetados.
ORIGEN DEL PROBLEMA
En la remodelación proyectada por el Ayuntamiento,
dentro del PLAN URBAN y bajo el nombre de Proyecto de “RECUPERACIÓN
DE LA ALAMEDA Y SU ENTORNO”, se iban a talar catorce árboles
dentro del parque y nueve álamos blancos del contorno de la
plaza de toros. En total 23 árboles, todos ellos de gran porte,
especialmente los del parque: 6 olmos (ulmus minor), 2 acacias
(gleditsia triacanthos) y 6 sóforas (sophora japonica).
La característica que destaca en los catorce árboles
del parque son las grandes dimensiones de sus troncos y la gran
altura de su cruz, con perímetros entre los 1,83 y los 3,14
metros y una altura de su cruz entre los 4,00 y los 5,50 metros.
También es importante destacar que la permanencia de
estos catorce árboles, no afecta ni altera estructuralmente al
diseño proyectado y comparándolos con los otros ejemplares del
parque no existen diferencias morfológicas con estos, salvo
en las impresionantes oquedades de sus troncos, que no afectan
a la seguridad de las ramas ni la estabilidad de estos. Por otro
lado los nueve álamos blancos, debido a haber sufrido varias
podas drásticas si podrían “ofrecer peligro para los viandantes
por caídas de grandes ramas” debido a la poca dureza de su
madera y las podredumbres que afectan al tronco.
Desde Ecologistas
en Acción Jaén, se recabó
información sobre el proyecto en la oficina del “Urban”, al
haber rumores de que se podrían talar distintos árboles por ser
irrecuperables. Una vez conocido el número y situación, varios
miembros del grupo procedieron a realizar una visita, comprobándose
que la única peligrosidad de los ejemplares del Parque venía de
algunas pequeñas ramas, que podrían ser podadas y saneadas
puntualmente.
Posteriormente se concretó una
reunión con el Teniente de Alcalde y responsable del Proyecto, Don
Miguel Ángel García Anguita y una
visita posterior para examinar los árboles y explicarle los valores
ambientales, paisajísticos y de identidad de estos fantásticos
ejemplares.
En una reunión
posterior celebrada el miércoles 2 de abril, con el citado concejal
y el arquitecto del proyecto, Don Miguel Ángel Berges, se
acordó conservar los árboles del Parque de La Alameda,
y que se haga pública dicha decisión.