Efectivamente, ya se podía deducir algo cuando, reforma tras reforma y presupuesto tras presupuesto, el único sector público que no sufre recortes (y que incluso se le aumenta la asignación económica) es el de los cuerpos de orden y seguridad del Estado.La escena violenta que se vivió ayer en Valencia nos dejó ver claramente, ya sin máscaras, como el Estado es un arma de opresión de una clase social sobre otra. La actuación policial no tiene excusa, esta panda de mercenarios se saltan toda moral y toda ética, pasando por alto que están apaleando a sus propios hijos, que esos que están en la calle defendiendo la educación que se merecen, digna, gratuita y de calidad, están defendiendo precisamente la dignidad de los hijos de quienes les quieren callar a golpe de porra. Y cuando lo que deberían de hacer es sumarse a la manifestación y luchar por los derechos de sus hijos, se ponen del lado del verdugo, desempeñando el papel de látigo.
Sin embargo, no nos quedamos atónitos cuando vemos a estos perros del Estado cargar con una violencia brutal y desmedida contra los estudiantes que, en este caso, se han manifestado en Valencia para defender lo que es suyo. No nos quedamos atónitos porque ya sabemos que mientras mantengamos la cabeza agachada y nos traguemos con carita sonriente todos los abusos de manera sumisa, no hay problema; pero que en cuanto se nos ocurriera salir a la calle a pedir lo que nos pertenece, el Estado tiene siempre alerta a sus cuerpos de represión y no titubea ni un segundo en actuar con violencia y terror al más puro estilo fascista.
¿Quién puede creer ya que vivimos en democracia?, ¿Quién puede creer ya que es el pueblo quién decide?, ¿Acaso somos realmente protagonistas de nuestras vidas?, ¿Quiénes son los estudiantes que han decidido privatizar la enseñanza y degenerar su contenido cultural? Estas preguntas tienes una única respuestas: NADIE, lo que nos hace descubrir que mientras sigamos manteniendo este orden social de que el poder lo rija el capital, nosotros sólo seremos meras fichas al servicio de los capitalistas, los cuales no tienen reparo alguno en administrarnos dosis de violencia y terror a través de su herramienta de opresión que es el Estado (terrorismo de Estado), si es que se nos ocurre levantar la voz por encima de los decibelios que ellos nos permiten.
Desde aquí, la FJCE no queremos limitarnos sólo a solidarizarnos con los estudiantes que han sufrido los abusos y detenciones policiales, ni queremos limitarnos tampoco sólo a denunciar el terrorismo de Estado y a condenar lo sucedido, sino que queremos hacer un llamamiento a todos los estudiantes del Estado de todos los centros educativos, institutos y universidades a que salgan a la calle a defender lo que es suyo, a defender el derecho a un presente y un futuro digno, a que se organicen en Asambleas de Estudiantes y peleen por ser desde YA protagonistas de sus vidas.
¡POR UNA EDUCACIÓN PÚBLICA DIGNA Y DE CALIDAD!
¡ABAJO EL ESTADO CAPITALISTA OPRESOR!
FEDERACIÓN DE JÓVENES COMUNISTAS DE ESPAÑA
