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28 mar 2011

El Otro Jaén entrevista a Pablo Ortega, secretario local del Colectivo de Jóvenes Comunistas


El Otro Jaén: Háblanos de los CJC.

El 13 de enero de 1985, el Partido Comunista de los Pueblos de España crea la Comisión Estatal de los CJC, primera dirección provisional de los Colectivos de Jóvenes Comunistas. Se cumplía un año de la fundación del entonces Partido Comunista -popularmente conocido como PC y “punto”, al que posteriormente se le añadiría la coletilla “de los Pueblos”, tras la denuncia presentada por el Partido Comunista de España, por entender que el nombre de la nueva organización comunista creaba confusión entre los ciudadanos, y la sentencia judicial a su favor- y el refundado proyecto marxista-leninista para el Estado Español reconocía la necesidad de una organización de lucha para la juventud comunista.

La historia de los CJC no se puede entender al margen de la historia del movimiento comunista en el Estado Español. Su fundación trató de ser un punto de inflexión que marcase el inicio de la recuperación del leninismo y del abandono del eurocomunismo, proyecto caracterizado por las renuncias ideológicas, paralelas a la conciliación de clases, la lucha electoral y las batallas internas. Los CJC siempre han creído en una organización presente en las luchas de la calle, ofreciendo organización y lucha ante los problemas concretos y reales de la juventud, con una estructura cohesionada y dinámica basada en el centralismo democrático y alejada de todo burocratismo.

EOJ: ¿Qué valoración haces del 2010 en cuanto a la relación entre reformas regresivas y movilización social?

Los acuerdos entre CC.OO., UGT, gobierno y patronal, son una traición a toda la clase obrera porque se pacta -nos guste o no- en nombre de la misma, pretendiendo representar sus intereses. Además, están aceptando renunciar a muchas conquistas que la clase obrera de este país llegó a tener, producto de su lucha heroica durante varios siglos.

El pacto se justifica, única y exclusivamente, por las necesidades del capitalismo español, inmerso en una profunda crisis de su proceso de acumulación. Crisis estructural para la que el capital no encuentra salida.

En esta situación extrema, Toxo y Méndez acuden solícitos en socorro del enemigo de clase. Asumen la defensa de los intereses de la oligarquía como los prioritarios y ponen a la clase obrera, atada de pies y manos, a disposición del capital, para facilitarle una mayor tasa de explotación de los trabajadores del Estado Español en un escenario de paz social.

Se profundiza el proceso de desarme ideológico de la clase obrera, que este sindicalismo servil ha protagonizado durante las últimas décadas.

En una situación tan grave como ésta, hay que organizarse y crear conciencia. Es necesario diferenciar entre los dirigentes traidores, y miles de sindicalistas y sectores de la clase obrera que no comparten esta actuación. Por ello no es el momento de dividir a la clase, sino el momento de buscar la unidad más amplia posible para articular un gran bloque obrero y popular contra el pacto social y contra la paz social impuesta.

Lejos de protagonizar una pelea de siglas, hoy hay que impulsar mecanismos transversales de unidad de la mayoría de la clase, independientemente de su filiación sindical. El PCPE ya propuso hace unos meses, a raíz de un gran debate interno sobre movimiento obrero, la creación de los Comités de Unidad Obrera (CUO), que tienen la finalidad de crear una plataforma sindical combativa, un tipo de sindicalismo determinado por el protagonismo de la asamblea, y la unidad de acción de todo trabajador que comparta esta propuesta, sin tener que renunciar a su sigla sindical.

Los tiempos que vienen serán muy duros para el proletariado. Pero estas situaciones siempre ofrecen oportunidades nuevas para romper las cadenas, y realizar aquello que durante décadas parecía imposible.

El capitalismo español puede encontrar un cierto respiro con la traición pactada, pero también puede encontrarse con el inicio de una etapa de lucha obrera donde la radicalidad y la masividad sustituyan al controlado escenario de luchas que ha enfrentado hasta el presente.

La crisis capitalista del Estado español, como parte de la crisis internacional, tiene por delante la agudización de las contradicciones de clase a cotas muy superiores a las actuales. En el futuro próximo, como siempre, la lucha y la unidad nos harán fuertes, y se abrirá el camino hacia la victoria.

EOJ: Aun a toro pasado, ¿qué valoración haces de la huelga del 29S?

La jornada del 29S ha significado una respuesta importante por parte de la clase obrera a la convocatoria de Huelga General. La respuesta más decidida del proletariado industrial, y de sectores importantes del transporte y de los puertos, marcan esta jornada de lucha como un buen punto de apoyo para la apertura de una nueva fase de lucha obrera y popular contra la crisis capitalista y contra el sistema mismo.

La clase obrera tiene que concienciarse de que con una sola jornada de huelga no se derrotan las políticas que va aprobando este gobierno, o que aprobará el próximo. La lucha es una lucha radical entre dos bloques que cada vez se excluyen más; por un lado la clase obrera y el conjunto de los sectores populares, y por otro la oligarquía y sus lacayos. La lucha es entre los intereses y derechos de la mayoría, y los intereses de la élite expoliadora y parásita.

El bloque hasta hoy hegemónico no dudará en aplicar toda la violencia que crea necesaria para tratar de preservar su posición de privilegio. Violencia policial, violencia en el trabajo, violencia en las relaciones sociales de todo tipo y violencia en la guerra imperialista de expolio y saqueo.

No voy a entrar en una guerra de cifras, ni siquiera valoraré si los sindicatos mayoritarios pusieron toda la carne en el asador para que la Huelga General fuera exitosa, valoro que fuera una jornada de lucha reivindicada y exigida desde abajo, lejos del formalismo de los que realmente tienen capacidad para convocar desde las instituciones del Estado, en definitiva, un buen punto de partida si seguimos apostando por un escenario de lucha sostenida y reivindicación, porque el contexto de lucha es duro y de largo recorrido.

EOJ: ¿Qué previsión haces de la movilización social en 2011 y cuáles piensas que pueden ser los caballos de batalla de las organizaciones antagonistas al capitalismo?

Nos encontramos ante un contexto de tránsito, estamos pasando de un escenario donde la “paz social” impuesta por los llamados “agentes sociales” no hacía presagiar ninguna lucha capaz de aglutinar a amplios sectores de la sociedad a una situación en que los sectores más precarizados y maltratados por el avance del neoliberalismo están tomando conciencia de su situación.

Pero este empeoramiento de la situación general no hará por sí mismo que una gran movilización social sea posible, ni mucho menos que triunfen sus reivindicaciones. En Europa ya se han vivido situaciones similares, que en vez de llevar a la clase obrera a la consecución de sus objetivos han devenido en el triunfo del nazi-fascismo.

Por tanto, los anticapitalistas nos encontramos ante una misión histórica, debemos de ser capaces de combatir la ideología xenófoba y fascista que se está imponiendo en algunos medios como solución factible a la crisis del sistema capitalista; a su vez, debemos de confrontar las corrientes oportunistas que intentan dividirnos y que proponen un “capitalismo social o de rostro amable” como solución al “neoliberalismo salvaje”.

Estamos en la obligación de ser capaces de destapar las mentiras que se están inculcando en la clase trabajadora a través de los medios de comunicación y la clase dirigente. Es obligación de todos los anticapitalistas buscar puntos de acuerdo que nos lleven a revertir la situación actual. Hemos perdido demasiado tiempo, es hora de actuar.

EOJ: En cuanto a la juventud, y por ser una organización específica en este sentido, qué papel piensas que pueden jugar los jóvenes en las futuras movilizaciones.

Casi el 50% de los jóvenes menores de treinta años se encuentran en situación de desempleo, de entre los jóvenes que trabajan más del 75% lo hacen temporalmente o en situación de precariedad -o temporalmente y precariamente a la vez-, hemos tenido más facilidades que nuestros padres en nuestra niñez, pero, sin embargo, al contrario que nuestros progenitores, no tenemos futuro.

Las organizaciones económicas mundiales ya han reconocido que por primera vez en la historia de la humanidad habrá generaciones de jóvenes cuya calidad de vida será inferior a la de sus predecesores. La humanidad, en vez de avanzar, retrocede.

Ante esta perspectiva, los jóvenes debemos organizarnos y luchar por un futuro que el sistema capitalista nos niega, sólo podemos perder nuestras cadenas, pues el presente e incluso el futuro ya nos lo han robado.


EOJ: Bajando un poco al terreno de lo local, ¿cómo valoras el gobierno del PSOE en la Junta de Andalucía?

El PSOE es un partido al servicio de las grandes multinacionales y la banca, increíblemente conserva todavía gran predicamento en amplios sectores de la clase trabajadora, a pesar de que es el principal responsable de las grandes reformas laborales que se han llevado a cabo desde el franquismo, de que legalizó las empresas de trabajo temporal, de que nos ha metido de lleno en la estructura militar e imperialista de la OTAN, de que ha aprobado la jubilación a los 67 años, de que creó y alimentó la guerra sucia, de que se apoya, para reprimir a los sectores de la sociedad más conscientes, en unas fuerzas de seguridad que han sido denunciadas reiteradamente por Amnistía Internacional como torturadoras, etc., etc., etc.

Vivimos en un neofranquismo, el Dictador tenía razón cuando dijo que “todo estaba atado y bien atado”, hay un sistema de alternancia de partidos como en la época de la Restauración. Partido Popular y PSOE se alternan en el poder, pero ambos representan los mismos valores, sus diferencias son de matiz, ambos están de acuerdo en los grandes asuntos macroeconómicos y en la estrategia neoimperialista.

No creo que deba decir nada de su gestión en Andalucía, las cifras hablan por sí mismas, hoy día miles de andaluces siguen emigrando al exterior para tener acceso a un futuro, como hace treinta años, los que deciden quedarse aquí están abocados al paro y la precariedad. El problema es que muchos andaluces creen que con el cambio de gobierno en la Junta de Andalucía las cosas van a mejorar. Se equivocan de largo, el problema no es de siglas, es de políticas.

EOJ: ¿Y en la ciudad de Jaén?

La ciudad de Jaén es un claro ejemplo de lo que, previsiblemente, nos depara el futuro para Andalucía.

El gobierno del PSIU (PSOE + Izquierda Unida), que para muchos sectores progresistas suponía una puerta a la esperanza después de muchos años de gobierno del PP, ha mostrado las limitaciones que tiene, para transformar la sociedad, el contubernio entre “capitalistas humanos” y socialdemócratas, por no suponer una ruptura con el sistema capitalista y limitarse únicamente a hacer una gestión con más maquillaje social que la del Partido Popular, pero con los mismos resultados negativos para el conjunto de los trabajadores.

Los grandes proyectos llevados a cabo en la ciudad se han realizado de espaldas al ciudadano, sin explicar lo que se pretendía con ellos y, lo más importante, sin contar con el beneplácito de la gente. Podemos discutir si son buenos proyectos o no para la ciudad de Jaén, pero no podemos discutir que esos proyectos han despertado reacciones contrarias, incluso desde sectores de la izquierda, y que no se ha buscado por parte del gobierno del PSIU la participación ciudadana en la discusión sobre la idoneidad de los mismos o no.

Ejemplos de colaboración entre PSOE e Izquierda Unida, en distintos ámbitos de la administración pública -Generalitat de Cataluña, Asturias, ayuntamientos de Sevilla, Barcelona, Córdoba...-, nos han mostrado en innumerables ocasiones que no debemos albergar ninguna esperanza en este tipo de gobiernos. Estamos ante el eterno debate de la izquierda entre “reforma” o “revolución”. Los anticapitalistas nada podemos esperar del PSIU, pues ellos se encuentran cómodos dentro del sistema y no apuestan por un cambio del mismo, sino por una profundización en la democracia liberal, en definitiva, pequeños parches al sistema capitalista.

EOJ: ¿Cuáles crees que pueden ser las debilidades más importantes de las organizaciones y movimientos sociales antagonistas al capitalismo en Jaén?

La división generalizada de la izquierda es la causa más clara que hace que los movimientos anticapitalistas no sean una alternativa real al sistema existente. La unión hace la fuerza, debemos buscar lo que nos une y trabajar juntos en los campos donde compartimos las mismas inquietudes, dejando de lado inútiles querellas, en la mayoría de los casos heredadas de nuestros predecesores, que en nada nos ayudan en nuestra labor cotidiana y que nos dividen en discusiones estériles.

La diversidad ideológica no debe de ser un problema, muy al contrario, diferentes escuelas de pensamiento anticapitalista se pueden complementar, cuatro ojos ven siempre más que dos. Eso sí, no permitiremos que se combata en los dos lados del frente, o se está en un lado de la trinchera o se está en el otro, hay organizaciones que se definen de “la izquierda real y transformadora” pero que a la hora de la verdad practican una política favorable al capital, porque no cuestionan la validez del capitalismo como sistema económico de dominación y se dedican a proponer reformas parciales al mismo.

Nuestra propuesta en la ciudad de Jaén es de unidad de acción de todas las fuerzas anticapitalistas, por eso propusimos la creación del Frente de Izquierdas. Desafortunadamente el Frente no termina de cuajar, por la obstinación que presentan algunos compañeros en incidir en lo que nos divide y, también, por la propaganda negativa hacia el Frente de Izquierdas que hace la organización que muy pretenciosamente se autoproclama como la destinada a conseguir la unidad de la izquierda, pero que a la hora de la verdad no defiende la liquidación del capitalismo y se conforma con ligeras reformas a los principios más controvertidos del mismo.

EOJ: ¿Y sus fortalezas?

La baza más importante de las organizaciones anticapitalistas es la firme convicción que poseen en que el capitalismo es un sistema económico injusto, que causa la muerte a miles de personas en los países subdesarrollados -40.000 personas mueren de hambre al día según datos de la FAO, mientras que en el mundo sobran más del 10% de los alimentos que se producen- y condena a la pobreza a millones de seres humanos incluso en los países desarrollados -donde la mayoría de los trabajadores soportan condiciones laborales deleznables mientras una minoría parasitaria se enriquece a su costa-. Actualmente, no tenemos mucha fuerza, pero estamos en posesión de la razón, y eso es muy importante, porque nosotros siempre podremos obtener fuerza de nuestra razón, pero los capitalistas nunca podrán obtener razón de su fuerza.

EOJ: ¿Crees que debe haber una nueva huelga general? ¿La apoyarías?

En algunos territorios del Estado Español ya se ha producido una segunda Huelga General y nuestras organizaciones en esos territorios han participado activamente en la misma.

Nosotros, al igual que muchos de nuestros compañeros en las zonas del Estado donde por diferentes motivos no se ha conseguido convocar una segunda jornada de lucha, hemos apoyado dicha convocatoria y hemos estado presentes en las muestras de apoyo que se han desarrollado en distintos puntos de Andalucía. Explicando nuestras propuestas al respecto y exigiendo la unidad de la clase obrera, independientemente del sindicato donde estén afiliados, para llevar a cabo cuantas medidas se consideren necesarias para avanzar en la consecución de nuestro objetivo de clase, que no es otro que la construcción del socialismo.